Polémica en la prueba de ortografía de las oposiciones a Guardia Civil

Cientos de aspirantes que se han presentado a las oposiciones de la Guardia Civil a nivel nacional (había 27.000 aspirantes para 2.100 plazas) denuncian que la prueba de ortografía fue confusa y quieren impugnar las correcciones. Si ya el año pasado hubo polémica en este mismo examen -que llegó incluso a ser objeto de recursos judiciales-, este 2020 el origen de la polémica está en la palabra ‘treinta y un’. Según explica uno de los aspirantes explica a este diario, ‘treinta y un’ aparecía delante de la palabra ‘veintiuno’ lo cual generaba confusión porque no existe una coherencia ni una concordancia entre ambas. «Después de haber consultado a varios catedráticos de la materia y haciéndoles expuesto la situación, nos me han confirmado que la palabra ‘treinta y un’ puede tener múltiples grafías, pero en este caso estaría mal debido a que no concuerda con ‘veintiuno’ que es la que le precede», explica el denunciante. La frase de la polémica es: “Le dije que trajese treinta y un comensales y no veintiuno”. Así escrita es correcta, pero también lo sería con ‘treintaiún’.

Dicen los opositores  a Guardia Civil que era la primera vez que se introducía un término de estas características en la prueba (una palabra con varias grafías correctas) y que la situación puede parecer menor pero «adquiere más gravedad porque este pequeño detalle puede suponer que algunos candidatos aprueben o suspendan el test»

 

Pero, ¿qué dice respecto a esto la Real Academia Española al respecto? Hasta 30 los números deberían escribirse en una sola palabra, de ahí que 21 (veintiuno) esté bien escrito. Pero a partir de esta cifra, la grafía cambia. La norma general dice que “los cardinales se escriben en varias palabras”, pero hay excepciones, aceptándose la grafía simple y conjunta de las siguientes decenas. Es decir, tanto ‘treintaiún’ como ‘treinta y un’ estarían aceptados. También Fundéu (Fundación del español urgente) indica la posibilidad de ambas grafías. Esto implica, según los opositores, que esa prueba es “totalmente impugnable”, pues no tendría que considerarse como fallo si se tacha el ‘treinta y un’. 

Explican quienes se enfrentaron a la prueba que «llueve sobre mojado» porque ya el año pasado hubo un gran revuelo por la disparidad de dificultad y por palabras mal corregidas. La prueba de ortografía constaba de diez frases en las que se señalaban cuatro palabras que los opositores tenían que decir si estaban bien escritas o no.  Fuente : Heraldo Aragón

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