Incluimos en este artículo una serie de recomendaciones para antes , durante y después del examen de tus oposiciones. En internet tienes bastante información sobre este aspecto aquí incluimos las recomendaciones que se publican en La Vanguardia
Indican que los días previos al examen es muy importante encontrar un equilibrio entre el descanso y el estudio, ambos son igual de importantes. Debemos intentar acumular el mayor número posible de horas de sueño para llegar frescos y con fuerza al gran día.
Es también necesario encontrar pequeños ratos para relajarse y desconectar, momentos que ayuden a liberar la tensión y los nervios. Actividades como dar un paseo, ir al gimnasio, escribir cómo te sientes o tocar un instrumento pueden ser muy relajantes. Es importante canalizar la energía y el estrés que se ha ido acumulando durante el último año de estudio de tus oposiciones.
Por su puesto que se debe mantener el ritmo de estudio, centrando todos los esfuerzos en los conceptos más relevantes y susceptibles de ser preguntados. Para ello, es recomendable seguir el plan de repaso propuesto por las academias y hacer las preguntas de examen de años anteriores.
El día antes del examen, o no se estudia nada, o como mucho se para de estudiar a las 14h del mediodía. Se ha de dejar un mínimo de 24h de descanso y relajación. No obstante cada opositor sabe como controlar la reducción de estudio el día antes y en función de su estado de ansiedad
En cuanto la tarde previa es importante desconectar y no pensar ni hablar de cosas que tengan que ver con las oposiciones. Tienes que tener muy claro que estás preparado, que lo tienes todo a tu favor para poder triunfar y que ahora solo debes dejarlo salir el día del examen.
Si madrugas el viernes, llegarás algo más cansado a la noche y, por tanto, dormirás mejor. Es el último día de preparación y la sonrisa no puede faltar. Cuando cerremos los libros se acabó, comentan en este periódico, no se vuelven a abrir, aunque la tentación llame a la puerta. Salir un rato con familiares o amigos puede ayudar a desconectar y mantener la mente entretenida.
Es imprescindible llevar el DNI, no se le puede olvidar a nadie. Además, este año, el Ministerio de Sanidad ha propuesto algunos utensilios extras debido a la situación epidemiológica: una mascarilla de repuesto y un bote de gel hidroalcohólico.
Por lo demás, el material sigue siendo el de siempre: un par de bolígrafos azules, agua, algún snack, reloj, tapones y todos los amuletos que uno haya ido acumulando a lo largo de su vida, siempre que quepan en el bolsillo.
Es fundamental llegar al examen de tu oposición con tiempo, evitando atascos y saliendo a una hora prudente. Por ejemplo si en el Ministerio empiezan a llamar a partir de las 15 horas, por lo que se recomienda llegar sobre las 14.15h – 14.30h para localizar bien el aula y no tener una subida de nervios de última hora.
Debes dedicarle el tiempo correspondiente a cada una de las preguntas, con igualdad. Es importante tener una previsión: dividir las paginas entre cuatro para poder calcular el ritmo que debes llevar para acabar a la hora.
Como conclusión te ofrecemos algunas estrategias que pueden ayudarte a reducir la ansiedad ante los exámenes:
- Aprende a estudiar de manera eficaz. Es posible que en tu escuela se ofrezcan clases de habilidades de estudio u otros recursos que puedan ayudarte a aprender técnicas de estudio y estrategias para hacer exámenes. Te sentirás más relajado si sistemáticamente estudias y practicas el material que estará en el examen.
- Estudia con tiempo y en lugares similares. Es mucho mejor estudiar de a poco y con tiempo que estudiar todo de una vez. Además, pasar el tiempo estudiando en los mismos lugares que tienes el examen de oposición , o similares, puede ayudarte a recordar la información que necesites en el momento del examen.
- Establece una rutina constante previa al examen oposición. Aprende qué te resulta útil y toma las mismas medidas cada vez que te preparas para un examen. Esto reducirá el nivel de estrés y te ayudará a asegurarte de que estás bien preparado.
- Habla con el profesor, si dispones de preparador.. Asegúrate de que comprendes qué se evaluará en cada examen e infórmate sobre cómo prepararte. Además, cuéntale al profesor que te sientes ansioso cada vez que tienes un examen. Puede hacerte sugerencias para ayudarte a tener éxito.
- Aprende técnicas de relajación. Para ayudarte a mantener la calma y confianza antes de un examen y durante este, pon en práctica técnicas de relajación, como respirar profundo, relajar los músculos de a uno por vez o cerrar los ojos e imaginar resultados positivos. En esta web dispones de una sección sobre consejos y técnicas para tu estudio.
- No te olvides de comer y beber. Tu cerebro necesita combustible para funcionar. El día del examen, come y bebe mucha agua. Evita las bebidas azucaradas, como la gaseosa, que pueden hacer que la glucemia alcance un máximo y luego descienda, o las bebidas con cafeína, como las bebidas energizantes o el café, que pueden aumentar la ansiedad.
- Haz un poco de ejercicio. Hacer ejercicio aeróbico regular y ejercitarte el día del examen puede relajar tensiones.
- Duerme mucho. El sueño está directamente relacionado con el desempeño académico. En especial, los preadolescentes y los adolescentes necesitan un sueño ininterrumpido y regular. Pero los adultos también necesitan dormir bien por la noche para tener un desempeño laboral óptimo.
- No ignores las dificultades de aprendizaje. La ansiedad ante los exámenes puede mejorar si se abordan las afecciones ocultas que interfieren en la capacidad de aprender, enfocarse o concentrarse, por ejemplo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o la dislexia. En muchos casos, un estudiante que recibe un diagnóstico de dificultad de aprendizaje tiene el derecho a recibir asistencia durante el examen, como tener tiempo adicional para terminarlo, hacerlo en una sala con menos distracciones o que le lean en voz alta las preguntas.
- De ser necesario, consulta con un asesor psicológico profesional. La terapia conversacional (psicoterapia) con un psicólogo u otro profesional de salud mental puede ayudarte a que te ocupes de los sentimientos, los pensamientos y los comportamientos que causan o empeoran la ansiedad. Averigua si tu escuela cuenta con servicios de asesoramiento psicológico o averigua si tu empleador ofrece asesoramiento psicológico a través de un programa de asistencia para los empleados.